Hoy cocinamos: TRUCHA A LA LAVANDA
Hoy, quiero traerles una receta propia, para una fusión de sabores, y mezclar productos locales, con técnicas de cocción de otros países.
Ésta preparación, es apta para que ayuden niños, teniendo en cuenta las temperaturas del horno.
TRUCHA A LA LAVANDA
INSUMOS
1 trucha por persona, sin vísceras y limpia
2 limones en rodajas no muy finas por pescado
Jugo de 1 limón
Aceite de oliva, a gusto
2 cucharadas de vino blanco frutado
Sal y pimienta, a gusto
Unas flores de lavanda secas (no muchas), para la trucha
Arcilla apta para cocinar, la suficiente como para cubrir ambos pescados.
PROCEDIMIENTO
En un bowl pequeño, ponemos sal, pimienta, aceite de oliva, el vino y unas gotas de jugo de limón, y batimos muy bien, para mezclar todos los ingredientes.
Untamos la preparación por toda la carne del animal, y dejamos marinar por 2 horas, en frio.
Pasado ese tiempo, con la arcilla, formamos un barro maleable, y no muy húmedo.
Extendemos hasta hacer una masa de ½ cm de grosor.
Sobre la cama de arcilla, ponemos unas rodajas de limón, en la que vamos a reposar la proteína.
Colocamos las flores de lavanda. Las desparramamos, y cerramos la pieza.
Sobre la piel, y por ambos lados, ponemos el resto del líquido que usamos para el interior, con la mezcla de vino y jugo. Masajeamos, hasta que todo el pescado quede embadurnado con la mezcla, aún la cabeza.
Colocamos sobre la cama de limón, y sobre él, más limón en rodajas.
Cerramos la arcilla hasta cubrir la preparación. Debe quedar hermético al momento de cocinar, para que no se escapen los jugos, ni los aromas.
Si queremos, le damos una forma de pescado, para hacerlo más divertido.
Colocarlo en una bandeja sin líquidos, apta para horno.
Precalentar el horno a 200 grados.
Cocinar por 30 minutos. Apagar el fuego, y dejamos reposar por 5 minutos antes de servir, sin sacarlo del horno
Sacar de la charola de cocción con cuidado, para no romper la envoltura.
Presentar en una tabla amplia.
Al momento de comer, recién se rompe con el canto de un cuchillo, la capa de arcilla dura, y se la retira con cuidado para no quemarse.
Las flores se retiran. No se comen.
ACOMPAÑAMIENTO
Para servir como guarnición, poner en otra bandeja apta para horno, unas rodajas de cebolla, tomate y pimiento amarillo, rociados con sal, pimienta y aceite de oliva, mezclados, y llevados al mismo horno de cocción, separados entre sí.
Sacar al mismo tiempo que la proteína, y servirlo en un plato extendido.
UN ACOMPAÑAMIENTO MÁS
Cortar en finas rodajas, batatas coloradas sin cascaras, y bien lavadas.
Rociarles aceite de girasol, sal y pimienta, y repartirlas en una bandeja apta para horno.
Cocinar durante 30 minutos, hasta que queden crujientes.
Acompañar el plato, para darle color y altura.
Dicen que, para este tipo de plato, lo mejor es un vino blanco… Jujuy se insertó en el mercado del Chardonnay, pero no dejemos de lado un Merlot, que también se produce en la zona…
Y BUEN PROVECHO!!!
JOSÉ MIGUEL GARAY:
Nací en San Salvador de Jujuy. Estudié Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba.
Fui corresponsal en varios países.
Trabajé por mucho tiempo para canales de televisión, investigación y análisis político. Estuve en la frontera de México, registrando momentos de tensión que nadie querría vivir… (fue una de las experiencias más fuertes como profesional).
Estudié gastronomía en campus México, del instituto Londres, de Inglaterra.
Recibí el grado de licenciatura en gastronomía.
Hice maestrías en comidas de diversos países del mundo.
Volví a Jujuy y busco mixturar lo que tengo de raíz, con lo que aprendí en el camino. Espero lo disfruten.
Imagen: serargentino.com
Cuando visites Jujuy, no olvides que nuestra gastronomía es tan deliciosa y colorida como nuestros paisajes.
Consultá siempre en fuentes oficiales:
www.turismo.jujuy.gob.ar